Cómo lograr que las niñas continúen haciendo deporte
Con consejos de las expertas Eda Erdem y Marta Vieira da Silva.
Para que las niñas se encaminen a conseguir lo que desean, lo mejor es que practiquen deportes.
Las niñas que se mantienen activas no solo mejoran su estado físico, sino que también desarrollan confianza, resiliencia y habilidades que moldean su futuro. Cuando es seguro, inclusivo y bien organizado, el deporte puede ayudar a las niñas a desarrollar estrategias de afrontamiento saludables, una mayor autoestima y valor para hacer frente a los desafíos.
El deporte también incide en mejores calificaciones, perspectivas profesionales más sólidas y embarazos a edades más avanzadas. De hecho, el 80 por ciento de las directoras ejecutivas de la lista de Fortune 500 practicaron algún tipo de deporte de niñas, y la mayoría afirma que el deporte las ayudó a tener éxito.
Ahora bien, pese a todo lo que el deporte puede ofrecer, las niñas lo abandonan con una frecuencia dos veces mayor que los niños al cumplir los 14 años. ¿Por qué las jóvenes dejan de hacer deporte? Los estereotipos, la presión, los cambios corporales, la pérdida de confianza y la falta de apoyo influyen, pero hay pequeñas medidas que pueden cambiar las cosas.
Ante el hito que estamos viviendo en el deporte femenino, un momento en el que la Copa Mundial Femenina de Rugby, el Campeonato Mundial de Atletismo, la Copa Mundial de Críquet Femenina de la ICC y la EURO Femenina de la UEFA han logrado captar toda la atención, hablamos con dos íconos del deporte sobre lo que mantiene a las niñas en el juego: la estrella del voleibol turco Eda Erdem y la leyenda del fútbol brasileño Marta Vieira da Silva, ambas embajadoras de buena voluntad de ONU Mujeres. Sus consejos son el sustento de este artículo, que contiene además seis recomendaciones basadas en experiencias concretas para que las familias, y responsables del entrenamiento y los cuidados motiven a las niñas a seguir jugando.

“Si la vida es como un partido lleno de desafíos, entonces los deportes, en especial los deportes de equipo, son como un entrenamiento. Sí, te vas a cansar. Te darán ganas de rendirte. Pero ese cansancio te forma. Te hace más fuerte. Todos hemos estado allí. Seguir adelante es lo que nos permitió alcanzar el éxito”.
1. Escúchenlas y déjenlas decidir
No todas las niñas sueñan con ser capitanas o marcar el gol de la victoria. La clave es darles la libertad de explorar diferentes deportes y actividades hasta que encuentren algo que realmente las entusiasme y motive.
Ya sea gimnasia, rugby, esgrima, escalada, natación, ciclismo, fútbol o danza, no existe una única forma correcta de estar activo. A algunas niñas les encantará la competencia, otras se realizarán con la alegría del movimiento creativo o el sentido de pertenencia que brinda un equipo. Lo que más importa es que la experiencia sea positiva y que ellas se sientan dueñas de su camino.
Las niñas que sienten que tienen opciones y poder tienen muchas más probabilidades de seguir practicando un deporte a largo plazo.
¿Sabían que las niñas enfrentan mayor presión para abandonar el deporte?
- El 70 por ciento de las niñas afirman que no sienten que el deporte sea para ellas, debido a los estereotipos de género.
- Una de cada tres niñas afirma que la falta de confianza las frena.
- Solo entre el 40 y el 57 por ciento de las niñas afirman tener experiencias positivas en relación con el deporte.
- El 63 por ciento de las niñas afirman que no ven suficientes entrenadoras o modelos femeninos a seguir.
- En Brasil, las mujeres ocupan apenas el 2,7 por ciento de los puestos directivos en los clubes de fútbol, a pesar de la ley establece que las organizaciones que reciben dinero de la lotería deportiva deben tener un 30 por ciento de mujeres en puestos de liderazgo.
2. Concéntrense en el estímulo, no en la perfección
Las palabras que usamos importan más de lo que creemos. Elogien el esfuerzo, las mejoras y la alegría, no solo el triunfo o el buen desempeño.
Eviten hacer comentarios sobre la forma del cuerpo o el peso. En cambio, celebren lo que el cuerpo puede hacer: lo fuerte que se siente, cuánto progresa, lo decidida que está.
El deporte debe ser un espacio seguro donde los errores sean parte del aprendizaje y el crecimiento siempre se celebre. Este tipo de refuerzo positivo ayuda a las niñas a asociar el deporte con la confianza y el disfrute, y estos sentimientos harán que lo sigan practicando.

3. Aborden los temas difíciles
Cuando las niñas entran en la adolescencia, comienzan a surgir nuevas presiones, como la inseguridad sobre la imagen corporal, las comparaciones sociales, la pérdida de confianza y el miedo a que las juzguen, además del estigma y los obstáculos logísticos vinculados a la menstruación.
Si no se atienden a tiempo, estos desafíos pueden socavar fácilmente la motivación de las jóvenes y desalentarlas a seguir practicando deporte. Por eso son tan importantes las conversaciones abiertas y honestas. Hay que normalizar el hecho de que todo deportista, sin importar el éxito que tenga, enfrenta altibajos. Asimismo, es importante reconocer que el cuerpo va a cambiar, que esos cambios son naturales y saludables, y que no hay nada de qué avergonzarse.
Cuando las niñas se sienten escuchadas, comprendidas y apoyadas ante estos desafíos, es mucho más probable que perseveren.
¿Sabían que la menstruación es un gran obstáculo para la participación en el deporte?
- El 84 por ciento de las niñas en el Reino Unido pierden el interés por el deporte cuando empiezan a menstruar.
- El 58 por ciento de las niñas en la India no hacen deporte mientras menstrúan.
- El 77 por ciento de las atletas de élite del Reino Unido afirman que el período afecta su rendimiento.
- En Bangladesh, las atletas femeninas dicen que el acceso a productos menstruales y baños privados es clave para que las jóvenes sigan practicando deporte.
Investigaciones relacionadas (en inglés): Cómo la falta de agua, saneamiento e instalaciones para la higiene afecta la participación de las mujeres en el netball en Papua Nueva Guinea.

“Una infancia en la pobreza y el apoyo de mi mamá fueron sin duda las principales razones que me mantuvieron firme para superar los obstáculos en momentos de adversidad. A pesar de la falta de fe y confianza de quienes intentaron deliberadamente minar mi motivación y disciplina, logré seguir adelante con mi camino y lograr mi sueño”.
4. Incorporen el movimiento a su vida diaria
El deporte no solo ocurre en la cancha o en competencias organizadas. El movimiento se puede incorporar a la vida cotidiana, y las familias y responsables de los cuidados tienen un papel crucial en esta formación.
Salgan a caminar o a pasear en bicicleta en familia. Pateen una pelota en el parque. Bailen juntos en la cocina. Hagan un poco de yoga por la tarde para relajarse antes de la hora de dormir. Muéstrenle que la actividad corporal es algo que se disfruta a cualquier edad y que es parte de un estilo de vida equilibrado y saludable, no es solo algo que se hace en la niñez.

5. Vean deportes en los que jueguen mujeres
Dediquen tiempo a ver deportes femeninos, como la EURO Femenina de la UEFA, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos o partidos locales. Sigan a mujeres deportistas en las redes sociales. Compartan historias de mujeres que han superado obstáculos y derribado barreras en sus actividades.
Las niñas necesitan ver mujeres que lideran, superan los límites y tienen éxito. Las referentes ayudan a las niñas a soñar en grande, a superar momentos difíciles y a creer que ellas también pertenecen al mundo del deporte.
“Ser deportista también significa romper estereotipos de género y descubrir el potencial pleno del cuerpo y la mente. No rendirse inspira a quienes están alrededor. No estás sola, hay chicas que sueñan como tú y recorren el mismo camino”. —Eda Erdem

6. Recuérdenles que el deporte desarrolla habilidades para la vida
Las jóvenes que continúan practicando deportes aprenden a confiar en sí mismas, a liderar, a manejar sus tiempos, a resolver problemas y a ser resilientes. Estas habilidades les sirven mucho más allá de la cancha o el campo.
El 85 por ciento de las mujeres que practicaron deporte cuando eran niñas dicen que estas habilidades ayudaron a consolidar su éxito profesional. Entre las mujeres que ocupan puestos de liderazgo, esa cifra es aún mayor.
Incluso si una niña nunca juega profesionalmente, las lecciones que aprenda en el deporte las retendrá para siempre y la ayudarán a desenvolverse con confianza en la escuela, las amistades, el trabajo y la vida.
Cada niña merece la oportunidad de permanecer en el juego. Con apoyo, podemos ayudar a más niñas a mantenerse activas, seguras de sí mismas y a desarrollar todo su potencial, en el deporte y mucho más allá.