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Kholoud Al Gourani, 28, spoke to UN Women about her experiences of war, displacement, and uncertainty in Gaza, Palestine. Photo: UN Women/Suleiman Hajji
Kholoud Al Gourani, 28, spoke to UN Women about her experiences of war, displacement, and uncertainty in Gaza, Palestine. Photo: UN Women/Suleiman Hajji

Datos y cifras: las mujeres, la paz y la seguridad

Repercusiones de los conflictos y las crisis en las mujeres y niñas

Los conflictos, la inestabilidad y la violencia van en aumento, con consecuencias devastadoras para las mujeres y niñas. He aquí algunos datos y cifras clave:

  • Aumento de los conflictos: en 2023 se registraron más de 170 conflictos armados. Alrededor de 612 millones de mujeres y niñas vivían a menos de 50 kilómetros de esos conflictos, lo que representa un incremento considerable del 50 por ciento en el último decenio [1]
  • Inseguridad alimentaria: una de cada cuatro mujeres y niñas experimentó inseguridad alimentaria moderada o grave en 2023. En las zonas de conflicto, esta proporción se elevó a una de cada dos.  
  • Ataques contra la infraestructura sanitaria: en 2023 se denunciaron 1.521 ataques dirigidos contra centros de salud en 19 países que experimentaban emergencias humanitarias complejas. Más de 2.000 personas resultaron muertas o heridas como consecuencia de estos ataques. Los ataques contra centros de salud en Haití, Malí, Myanmar, el Sudán, Ucrania y en el Estado de Palestina privaron a millones de mujeres de servicios que salvan vidas, incluida la atención de la salud sexual y reproductiva.  
  • La educación de las niñas, en el punto de mira: según la Coalición global para proteger la educación de ataques, entre 2022 y 2023 se denunciaron 6.000 ataques contra escuelas y universidades, estudiantes y personal docente, y casos de uso de instalaciones educativas con fines militares. La citada coalición identificó 10 países en los que las niñas y las mujeres fueron objeto de los ataques contra la educación debido a su género. En algunos países, como el Afganistán y el Pakistán, se bombardearon o incendiaron escuelas de niñas para limitar su educación. En otros contextos, como los del Camerún, Colombia, Sudán del Sur y el Sudán, grupos armados, militares u otras fuerzas de seguridad cometieron actos de violencia sexual contra niñas y mujeres en la escuela o la universidad, o de camino a ellas. Se calcula que, en 2024, 119 millones niñas y adolescentes en edad escolar no estaban escolarizadas; más de la cuarta parte de ellas vivían en países afectados por conflictos o crisis.  
  • Las voces de las mujeres en los medios de comunicación: un informe elaborado por CARE en 2023 constató que, pese a que la cobertura mediática de los conflictos se multiplicó por más de 6 entre 2013 y 2023, tan solo un 5 por ciento de los artículos se centraba en las experiencias de las mujeres en la guerra, y solamente un 0,04 por ciento ponía de relieve la contribución de las mujeres como líderes en los procesos de paz.

Las mujeres en los procesos de paz

La participación de las mujeres en los procesos de paz conduce a resultados mejores y más sostenibles. Sin embargo, las mujeres siguen estando subrepresentadas en las negociaciones formales; he aquí algunos datos y cifras esenciales:  

  • Ausencia de mujeres en los procesos de paz: a pesar de que su papel es fundamental, las mujeres continúan en gran medida excluidas de los procesos de paz. Según los nuevos datos mundiales recopilados por ONU Mujeres a través del Monitor sobre las Mujeres en los Procesos de Paz, en 2023, las mujeres solo representaron el 9,6 por ciento del personal negociador, el 13,7 por ciento del personal mediador y el 26,6 por ciento de las personas firmantes de acuerdos de paz y de alto el fuego. La proporción de mujeres firmantes desciende al 1,5 por ciento si se excluyen los acuerdos de Colombia  [2]
  • Disposiciones sobre género en los acuerdos de paz: el porcentaje de acuerdos de paz que incluyen disposiciones referentes al género ha aumentado desde el decenio de 1990. Entre 1990 y 2000, solo el 12 por ciento de los acuerdos de paz incluían referencias a las mujeres. En el período de 2011 a 2020, el porcentaje aumentó al 31 por ciento. Sin embargo, en 2023, solamente el 26 por ciento (8) de los acuerdos de paz y alto el fuego mencionaban a las mujeres, las niñas o el género. 
  • Las mujeres en los procesos de paz informales: un estudio de las iniciativas de paz de carácter informal llegó a la conclusión de que en tres cuartas partes de los casos (27 de 38) hubo grupos de mujeres activamente involucrados en las tareas de consolidación de la paz a nivel comunitario.  
  • Mujeres al frente de las iniciativas locales de paz: a pesar de la exclusión de las mujeres de la mayoría de las iniciativas de paz formales, las mujeres desempeñan un papel clave en la consolidación de la paz a nivel local. En el Yemen, por ejemplo, las mujeres negociaron el acceso de la población civil al agua, y en el Sudán más de 49 organizaciones dirigidas por mujeres constituyeron en 2023 la Plataforma “Paz para el Sudán” con el fin de presionar en favor de un proceso de paz más inclusivo.  
  • Exclusión de los grupos de mujeres en los procesos de paz: en muchos procesos de paz se invita a la mesa de negociación a quienes provocan las guerras, mientras que se margina a quienes buscan una paz verdadera, como los grupos de mujeres. En 2023, ninguno de los acuerdos de paz alcanzados incluía representantes de grupos de mujeres como firmantes.  

 

Liderazgo femenino en conflictos y crisis

La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de 1995 estableció un objetivo a escala mundial sobre la igualdad de participación en la esfera política entre hombres y mujeres. Sin embargo, casi 30 años después, la igualdad de género en este ámbito sigue siendo un sueño muy lejano, y muchos países afectados por conflictos se están quedando atrás.  

  • Cuotas de género en favor de la igualdad: las Naciones Unidas siguen impulsando medidas especiales de carácter temporal, como las cuotas de género, para acelerar la igualdad entre las mujeres y los hombres en la esfera política. El proyecto de las Naciones Unidas sobre las cuotas de género proporciona información sobre las cuotas adoptadas en los parlamentos de todo el mundo. En 2024, en los países afectados por conflictos que utilizaron cuotas de género, el 25 por ciento de la representación parlamentaria fue ocupada por mujeres. En los países que no aplicaron este tipo de cuotas, las mujeres ocuparon únicamente el 15 por ciento de la representación.

Los derechos humanos de las mujeres en conflictos y crisis

En las zonas afectadas por conflictos, los derechos de las mujeres se enfrentan a graves desafíos. En muchas partes del mundo se han intensificado los esfuerzos dirigidos a suprimir la igualdad de género y a socavar los derechos de las mujeres, lo que ha tenido consecuencias devastadoras para las mujeres y niñas. A continuación se exponen algunas estadísticas desgarradoras:  

  • Retrocesos en los derechos de las mujeres: en muchas partes del mundo se está produciendo una preocupante reacción contra los derechos de las mujeres. En el Afganistán, uno de los ejemplos más extremos de apartheid de género, los talibanes han promulgado más de 90 edictos con el fin de suprimir derechos de las mujeres y niñas, lo que supone un retorno a la opresión que se vivía en el decenio de 1990.  
  • Aumento de los ataques contra mujeres líderes y defensoras de los derechos humanos: mujeres líderes, defensoras de los derechos humanos y aquellas que trabajan en la consolidación de la paz sufren una oleada de amenazas y ataques. Entre mayo de 2022 y abril de 2023, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos documentó 140 incidentes de represalias e intimidación por cooperar con las Naciones Unidas, que afectaron como mínimo a 108 mujeres y niñas. En 2023, la ACNUDH documentó 41 asesinatos de defensoras de los derechos humanos en países afectados por conflictos, una cifra que probablemente represente solo una fracción de los casos reales [3]
  • Violencia política contra mujeres y niñas: los datos del proyecto Armed Conflict Location & Event Data (Datos sobre la ubicación y los sucesos durante conflictos armados) correspondientes a 2023 muestran que las mujeres y niñas fueron los principales objetivos en más de 3.000 incidentes de violencia ocurridos en todo el mundo, más de la mitad de los cuales tuvieron lugar en países afectados por conflictos [4]
  • Las mujeres reciben escasa protección de las instituciones de derechos humanos: entre los 41 países y territorios afectados por conflictos, solo 25 (el 60 por ciento)[5]
  •  contaban con instituciones nacionales de derechos humanos que cumplían total o parcialmente los Principios de París, que establecen las normas mínimas sobre la protección y promoción de los derechos humanos. 

Violencia de género en los conflictos 

La violencia de género sigue aumentando en las zonas de conflicto y crisis, y coloca a mujeres y niñas en situaciones cada vez más peligrosas que ponen en riesgo sus vidas. Estas alarmantes estadísticas revelan la gravedad del problema:  

  • Violencia sexual relacionada con los conflictos: las Naciones Unidas verificaron 3.688 casos denunciados de violencia sexual relacionada con los conflictos en 2023, lo que supone un impactante aumento del 50 por ciento respecto al año anterior. Las cifras más elevadas se registraron en Etiopía (835) y la República Democrática del Congo (733). Estos datos son inferiores a la realidad, ya que muchos casos no se denuncian o no pueden verificarse, y estos delitos continúan impunes.  
  • Secuestros y matrimonios forzados: en la ciudad maliense de Ménaka, el 60 por ciento de las mujeres y niñas desplazadas denunciaron haber sido secuestradas y obligadas a contraer matrimonio. En Haití, el número de mujeres y niñas secuestradas por bandas armadas en los últimos años ha aumentado de forma considerable. En 2022, el 46 por ciento de las organizaciones feministas denunciaron secuestros o violencia contra su personal. La cuenca del lago Chad sigue siendo un foco de secuestros masivos de mujeres y niñas por parte de grupos terroristas. Las 276 escolares secuestradas en Chibok (Nigeria) por Boko Haram en 2014 formaban parte de las más de 2.000 que raptó dicho grupo ese año [6].

El acceso de las mujeres a la justicia durante los conflictos y después de ellos

El acceso de las mujeres a la justicia es crucial para reconstruir las sociedades tras un conflicto y para que quienes ejercen violencia de género rindan cuentas. Sin embargo, persisten importantes obstáculos para que las mujeres puedan obtener justicia durante los conflictos y después de ellos. A continuación algunas medidas que pueden contribuir a cerrar la brecha:  

  • Justicia para las supervivientes de violencia sexual y de género: desde 2010, ONU Mujeres ha desplegado a más de 175 especialistas en cuestiones de género (en los ámbitos jurídico, forense, etc.), quienes participan en prácticamente todas las investigaciones ordenadas por las Naciones Unidas en relación con los derechos humanos [7]
  • . Estas iniciativas han sido fundamentales para documentar la violencia sexual y de género, así como para dar a las supervivientes una mayor oportunidad de acceder a la justicia y garantizar que estos delitos queden documentados en los registros históricos.  
  • El papel de las mujeres en la justicia transicional: la participación de las mujeres en los procesos de justicia transicional es clave para abordar la desigualdad de género. En 2023, hubo un 55 por ciento de magistradas en la Jurisdicción Especial para la Paz en Colombia (21 de un total de 38), lo que demuestra la importancia de la representación de género en los procedimientos legales en entornos posconflicto.

Women in peacekeeping and the security sector: Progress and challenges

  • Determinadas medidas, como la Iniciativa Elsie y el Fondo de la Iniciativa Elsie, están ayudando a elevar la cifra de mujeres involucradas en tareas de consolidación de la paz. A finales de 2023 se había cumplido o superado la mayoría de los objetivos fijados en la Estrategia de paridad de género para el personal uniformado de las Naciones Unidas 2018-2028, excepto los relacionados con los contingentes militares y el Estado Mayor [8]
    • Personal judicial y penitenciario: las mujeres representaban el 43 por ciento (objetivo fijado en la Estrategia: 30 por ciento).  
    • Agentes de policía: las mujeres representaban el 31 por ciento (objetivo fijado en la Estrategia: 24 por ciento).  
    • Militares con experiencia en misión y oficiales del Estado Mayor: las mujeres representaban el 22 por ciento (objetivo fijado en la Estrategia: 20 por ciento).  
    • Unidades de policía constituidas: las mujeres representaban el 16 por ciento (objetivo de la Estrategia: 13 por ciento).  
    • Contingentes militares: las mujeres representaban el 7 por ciento (objetivo de la Estrategia: 10 por ciento).   
  • El número de mujeres militares que participan en operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas no ha dejado de aumentar. Entre 2018 y 2024, la proporción de mujeres militares se duplicó, al pasar del 4,2 por ciento al 8,5 por ciento[9]
  • En un estudio realizado sobre 30 países, la proporción de mujeres en las fuerzas armadas nacionales aumentó hasta el 14 por ciento en 2022, frente al 11 por ciento en 2016[10]
  • En los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se han producido avances significativos. En el año 2000, solamente cinco Estados miembros de la OTAN informaron de la existencia de políticas específicas de apoyo a la participación de las mujeres en las fuerzas armadas. En 2013, los 28 miembros de la OTAN contaban con políticas de este tipo. Aunque las oportunidades para las mujeres han aumentado, algunos países de la OTAN siguen restringiendo el acceso de las mujeres a determinadas funciones, especialmente en puestos de combate, así como en submarinos y tanques [11]

Género y prevención del extremismo violento

  • En 2015, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas reconoció el vínculo entre el género y el terrorismo en su resolución 2242, que insta a integrar la agenda sobre las mujeres, la paz y la seguridad con los esfuerzos de lucha contra el terrorismo y el extremismo violento.  
  • Uso indebido de las leyes antiterroristas:las leyes y medidas de lucha contra el terrorismo siguen utilizándose a menudo de forma indebida para considerar como terroristas a agentes de la sociedad civil, entre ellos a personas dedicadas a la defensa de los derechos humanos, y procesarlos por delitos relacionados con el terrorismo con el fin de obstaculizar su labor. Las organizaciones que luchan por los derechos de las mujeres y las defensoras de los derechos humanos se ven especialmente afectadas por estas prácticas. Entre 2001 y 2018, 140 países adoptaron leyes antiterroristas. En el 58 por ciento de los procedimientos judiciales instruidos en esos países contra personas defensoras de los derechos humanos se impusieron cargos en virtud de dichas leyes. 
  • La violencia sexual como arma de guerra: los grupos terroristas, otros grupos armados y las redes delictivas utilizan la violencia sexual como táctica para incentivar el reclutamiento y hacerse con el control de territorios y recursos naturales lucrativos.  

Desarme, control de armas y gasto militar: panorama mundial

  • Representación insuficiente de las mujeres en los foros de desarme: las mujeres representan solamente un tercio del total de participantes en los foros internacionales en los que se debaten cuestiones cruciales, como la amenaza de las armas nucleares, el aumento del gasto militar, la proliferación de armas y municiones y el uso de las nuevas tecnologías con fines militares. En 79 años, tan solo una mujer ha presidido la Primera Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el órgano que se ocupa de las cuestiones relativas al desarme y la seguridad internacional.  
  • Dimensiones de género de la violencia armada: las mujeres y los hombres se ven afectados de forma diferente por la proliferación y el uso de las armas y la violencia armada. De las 61 resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre cuestiones referentes al desarme y al armamento, 23 reconocían las dimensiones de género de las armas o pedían la participación equitativa de las mujeres en los procesos de desarme, no proliferación y control de armas [12]
  • El Tratado sobre el Comercio de Armas y la violencia de género: este tratado es el primer acuerdo internacional jurídicamente vinculante que reconoce la conexión entre el comercio internacional de armas y la violencia de género. En virtud del apartado 4 del artículo 7 de dicho tratado, los Estados partes, al evaluar exportaciones de armas, deberán tener en cuenta el riesgo de que estas “se utilicen para cometer o facilitar actos graves de violencia por motivos de género o actos graves de violencia contra las mujeres y los niños”.  

Políticas locales, nacionales y regionales sobre las mujeres, la paz y la seguridad

  • Los planes de acción nacionales son herramientas importantes que ayudan a los países a cumplir los compromisos contraídos a escala mundial en el marco de la agenda sobre las mujeres, la paz y la seguridad en sus políticas internas. Estos planes muestran la prioridad que conceden los países a dicha agenda y cómo se gestionan, financian y supervisan las actividades. El número de países con planes de acción nacionales ha crecido de forma significativa, de 19 países en 2010 a 110 en 2024 [13]. De ellos:   
  • Planes de acción regionales: trece organizaciones regionales y subregionales han adoptado planes de acción o estrategias para acelerar los avances de la agenda sobre las mujeres, la paz y la seguridad, así como para mejorar el seguimiento de los resultados con los países miembros [15]
  • Planes de acción locales: cada vez son más los países que están elaborando y aplicando planes de acción locales sobre la paz y la seguridad de las mujeres. En 2024, al menos 13 países contaban con planes de este tipo, entre ellos Bosnia y Herzegovina, Colombia, Filipinas, el Iraq, Kenya, Liberia, Malí, Nigeria, la República Democrática del Congo, Serbia, Somalia, Ucrania y Uganda [16]
  • Asignación presupuestaria: tan solo 29 Planes de Acción Nacionales (el 26 por ciento) incluían un presupuesto en el momento de su adopción, señal de que los Gobiernos destinan al menos algunos recursos financieros a la ejecución de estos planes [17]
  • Seguimiento de los avances: de estos planes, 89 (el 81 por ciento) incluyen marcos de seguimiento con indicadores, que son fundamentales para evaluar los progresos logrados por el Gobierno.

Mujeres y seguridad climática

  • El cambio climático multiplica las amenazas: de los cerca de 1.000 millones de personas que viven en zonas expuestas a peligros climáticos, el 40 por ciento sufre también bajos niveles de paz. A menudo esto está correlacionado con bajos niveles de inclusión, participación y seguridad de las mujeres, lo que las sitúa en una posición de especial vulnerabilidad a los efectos del cambio climático. Las mujeres defensoras del medio ambiente y el clima se enfrentan a importantes ataques y actos de violencia.  
  • El cambio climático en las políticas sobre las mujeres, la paz y la seguridad: las referencias al cambio climático son cada vez más habituales en las políticas sobre las mujeres, la paz y la seguridad. De los 107 planes de acción nacionales existentes en 2023, 43 (el 40 por ciento) incluían este tipo de referencias, al igual que 6 de los 13 planes de acción y estrategias regionales (el 46 por ciento).  
  • Violencia contra las defensoras del medio ambiente: entre 2012 y 2022, cerca de 2.000 defensoras del medio ambiente fueron asesinadas y muchas fueron objeto de tácticas de silenciamiento, como amenazas de muerte, vigilancia, violencia sexual o criminalización, entre otras, lo que pone de relieve la necesidad de brindar una protección integral a estas mujeres.  
  • Conflictos ambientales que afectan a las mujeres: en enero de 2022 había al menos 3.545 conflictos ambientales en todo el mundo. En 842 de ellos participaban mujeres defensoras del medio ambiente como líderes visibles . En 81 de estos conflictos, las defensoras del medio ambiente fueron asesinadas. 

 

Financiamiento en favor de las mujeres, la paz y la seguridad: cómo abordar déficits cruciales

  • Ayuda bilateral para la igualdad de género: en el período de 2021 a 2022, la ayuda bilateral a contextos afectados por conflictos se situó en un promedio anual de 47.700 millones de dólares. De esta cantidad, 20.500 millones de dólares (el 44 por ciento) se destinaron a apoyar la igualdad de género, aunque solo se dedicaron 2.500 millones (el 5 por ciento) a la igualdad de género como objetivo principal. Esto supuso un descenso en comparación con el repunte registrado a lo largo del decenio anterior [18].
  • El Plan de Aceleración para Todo el Sistema de las Naciones Unidas sobre la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres: este plan, puesto en marcha en 2024, pretende establecer, a más tardar en 2026, la norma de que el 15 por ciento de los gastos de las Naciones Unidas se destinen a la igualdad de género, con medidas para alcanzar este objetivo en 2030. El mencionado plan también recomienda que todos los nuevos fondos fiduciarios de asociados múltiples fijen un objetivo del 40 por ciento para programas de fomento de la igualdad de género y movilicen 300 millones de dólares para las organizaciones de mujeres que operan en situaciones de conflicto y crisis. 

Financiamiento para organizaciones de mujeres en la primera línea de conflictos y crisis

  • La ayuda bilateral a organizaciones feministas dirigidas por mujeres en contextos de crisis sigue siendo sorprendentemente baja. En el período de 2021 a 2022 solamente se destinó a estas organizaciones el 0,3 por ciento de dicha ayuda, unos 142 millones de dólares anuales, lo que supone un nuevo descenso respecto a los 191 millones del período de 2019 a 2020 [19].
  • Desafíos en la asignación de fondos a grupos de mujeres: un estudio reciente en el que se analizan los niveles de financiamiento que llegan a las organizaciones de mujeres en situaciones de conflicto y crisis, que ha disminuido durante tres años consecutivos, ha concluido lo siguiente [20]:   
    • Las iniciativas de financiamiento suelen concentrarse en un reducido número de donantes y, en algunos casos, pueden limitarse a reagrupar las dotaciones existentes en lugar de aportar nuevos fondos;  
    • Una parte importante de la ayuda se destina a ONG internacionales en lugar de asignarse directamente a organizaciones locales de mujeres;  
    • Las instancias donantes están familiarizadas con el objetivo de financiamiento mínimo del 15 por ciento para la igualdad de género, pero son menos conscientes del objetivo de destinar el 1 por ciento específicamente a organizaciones de mujeres. Esto lo propuso por primera vez por el Secretario General de las Naciones Unidas en el marco del 20.º aniversario de la resolución 1325 (2000) y lo reiteró en la Nueva Agenda de Paz. 
    • El cambio de orientación en favor de la asistencia humanitaria –que integra en menor medida la igualdad de género– ha reducido los recursos disponibles para las organizaciones de mujeres en entornos de conflicto. Tan solo el 17 por ciento de la asistencia humanitaria se destina a la igualdad de género, frente al 50 por ciento en el sector de la paz y la seguridad.  
  • Compromisos para aumentar el financiamiento en favor de los derechos de las mujeres: en 2024, el Comité de Asistencia para el Desarrollo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) adoptó una recomendación sobre la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas en la cooperación para el desarrollo y la asistencia humanitaria. En concreto, se recomienda aumentar el financiamiento destinado a las organizaciones locales de defensa de los derechos de las mujeres, los movimientos feministas y los fondos para mujeres, así como a las entidades gubernamentales enfocadas en promover la igualdad de género.

 

Fondos fiduciarios de asociados múltiples para el financiamiento de las mujeres, la paz y la seguridad

  • El Fondo para la Mujer, la Paz y la Acción Humanitaria de las Naciones Unidas: se trata del único mecanismo de financiamiento a escala mundial dedicado a apoyar a las organizaciones locales y de base comunitaria de mujeres en situaciones de conflicto y crisis. Desde su creación en 2016, este fondo ha apoyado a más de 1.300 organizaciones de mujeres de la sociedad civil en 44 países en crisis. Las ventanillas especiales de financiamiento del Fondo ayudan a dirigir los recursos y la atención a las áreas en las que se han identificado carencias y retos. En 2023, el Fondo puso en marcha la campaña mundial Invest-In-Women (“Inverte en las mujeres”), cuyo objetivo es recaudar 300 millones de dólares de aquí a 2025 para apoyar la crucial labor que realizan las organizaciones locales de mujeres, que se enfrentan a crisis cada vez más complejas.  
  • El Fondo de la Iniciativa Elsie para apoyar la participación de las mujeres uniformadas en las operaciones de paz: este innovador mecanismo de financiamiento pretende aumentar la participación de las mujeres uniformadas en las operaciones de paz de las Naciones Unidas. Desde su creación en 2019, ha movilizado más de 37 millones de dólares y ha ayudado a 12 instituciones de seguridad en 8 países que aportan contingentes y fuerzas de policía a hacer frente a los obstáculos que impiden la participación igualitaria de las mujeres uniformadas en las operaciones de paz.  
  • Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia (CERF) y fondos mancomunados para países concretos: en 2023, el CERF asignó 467 millones de dólares (el 70 por ciento de su dotación) a proyectos sobre la igualdad de género. Del mismo modo, los fondos mancomunados para países concretos destinaron 1.025 millones de dólares (el 91 por ciento ) a la promoción de la igualdad de género en 16 países. A pesar de estos esfuerzos, persisten enormes déficits de financiamiento, y el 75 por ciento de los fondos solicitados para hacer frente a la violencia de género en situaciones de crisis en 2023 quedó sin atender [21].

Las mujeres, la paz y la seguridad en el Consejo de Seguridad

  • Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre las mujeres, la paz y la seguridad: Desde el año 2000, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha adoptado 10 resoluciones clave sobre las mujeres, la paz y la seguridad, a saber: las resoluciones 1325 (2000), 1820 (2008), 1888 (2009), 1889 (2009), 1960 (2010), 2106 (2013), 2122 (2013), 2242 (2015), 2467 (2019) y 2493 (2019). Estas resoluciones constituyen la base de la agenda sobre las mujeres, la paz y la seguridad [22].
  • Mayor atención a las cuestiones de género en las decisiones del Consejo de Seguridad: la atención que presta el Consejo de Seguridad a las cuestiones de género ha aumentado de forma considerable en el último decenio. Entre 2015 y 2023, más del 65 por ciento de las decisiones incluían consideraciones relacionadas con el género, frente al 35 por ciento en los 15 años anteriores. Sin embargo, en 2023, la proporción de decisiones que incluían cuestiones de género descendió al 58 , el nivel más bajo en siete años [23].
  • Las voces de las mujeres en el Consejo de Seguridad: desde que se invitó a la primera representante de la sociedad civil a informar al Consejo de Seguridad en 2004, más de 300 mujeres de la sociedad civil han informado a este órgano de las Naciones Unidas. Más de la mitad lo hicieron entre 2021 y 2023 [24].
  • Sanciones por violencia sexual: un informe del International Peace Institute constató que, de las 676 personas y 193 entidades sometidas actualmente a sanciones adoptadas por el Consejo de Seguridad, solo 25 personas y 2 entidades fueron sancionadas por violencia sexual y otras infracciones, y ninguna de ellas fue sancionada exclusivamente por este motivo.