Seguridad en internet: guía práctica para mujeres y niñas

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A woman looks at her phone concerned. AI powered abuse is threatening women and girls everywhere. There is no excuse for online abuse. Photo: UN Women
Stock photo posed by model.

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El mundo digital prometió conexión y empoderamiento pero, para millones de mujeres, representa un terreno de caza.

Niñas y jóvenes en edad escolar buscan detener imágenes de desnudos falsos de sí mismas que circulan en redes sociales. Dirigentes de empresas a menudo son blanco de ultrafalsos (deepfakes) y campañas de acoso coordinadas. Y las mujeres en el ojo público enfrentan abuso desmedido: una de cada cuatro mujeres periodistas y una de cada tres mujeres parlamentarias en todo el mundo denuncian amenazas en línea de violencia física, incluso amenazas de muerte.

Distintas vidas, distintos contextos, pero el mismo patrón. De esto se trata el abuso digital, una de las formas más crecientes de violencia de género, que se amplifica más allá de las fronteras y las plataformas como una amenaza para las mujeres y niñas, dentro y fuera de internet.

Especialistas del tema coinciden en que el problema es considerable. Entre el 16 y el 58 por ciento de las mujeres en todo el mundo denuncian violencia o acoso en línea, y ahora las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, empeoran el panorama. La manipulación de imágenes también está creciendo de manera exponencial y se estima que entre el 90 y el 95 por ciento de los ultrafalsos en línea muestran a mujeres sexualizadas.

Ahora bien, estos abusos no se quedan nada más en la esfera digital. El abuso en línea puede afectar de la salud mental, destruir relaciones y hacer fracasar carreras en cuestión de segundos. También puede atravesar la pantalla y escalar para convertirse en acecho, violencia física e incluso la muerte. La violencia digital silencia a las mujeres y niñas que deberían poder expresarse con libertad.

ONU Mujeres lanza una advertencia: este nuevo escenario de violencia contra las mujeres se está intensificando y extendiendo rápidamente. Reconocerlo y ponerle un freno es urgente. Así como debe exigirse rendición de cuentas a quienes cometen abuso y a las plataformas permiten, promocionan y perciben ganancias a costa del abuso digital, las mujeres y niñas también necesitan información y herramientas para detectar los primeros signos de abuso, tomar medidas al respecto y reclamar su propio espacio digital.

¿Qué es el abuso digital?

El abuso digital (también llamado violencia contra las mujeres y niñas facilitada por la tecnología) abarca un amplio espectro de comportamientos violentos. Puede tomar una o más de las siguientes formas: 

  • Ciberacoso: mensajes no deseados enviados una y otra vez, envío de imágenes sexuales no deseadas (cyberflashing), toma de imágenes de mujeres y niñas en público sin consentimiento (creepshots), comportamientos de control, como el rastreo de la ubicación o la supervisión de las actividades. 
  • Abuso mediante imágenes y ultrafalsos: compartit imágenes íntimas sin consentimiento o crear contenido sexual generado con IA a partir de imágenes y videos manipulados (morphingsplicing, superposición de imágenes) para crear material audiovisual ultrafalso. En algunos casos se conoce como pornografía de venganza o pornovenganza. 
  • Pornografía violenta: imágenes de agresión sexual y de género en la pornografía ampliamente disponible en internet que normaliza y perpetúa la violencia contra las mujeres y niñas. 
  • Troleo, amenazas y chantaje: comentarios abusivos pensados para silenciar o intimidar, discursos de odio con sesgos de género, amenaza de divulgación de información personal, fotos o videos de una persona. 
  • Abuso por citas en línea: usar aplicaciones o redes sociales para controlar, presionar o aislar a una pareja. 
  • Captación con fines sexuales en línea (grooming): usar plataformas digitales para generar confianza o una relación con una persona —a menudo una menor de edad— con fines de explotación sexual y trata. 
  • Doxeo: publicación de información personal en línea para poner a una persona en peligro o intimidarla. 
  • Robo de identidad: suplantación de identidad y creación de perfiles falsos. 
  • Control de acceso: restricción o supervisión del acceso de una mujer a dispositivos, internet, o fuentes de alimentación de energía compartidos.

¿Cuáles son las consecuencias del abuso digital y la violencia en línea?

De Manila a la Ciudad de México, de Nairobi a la Ciudad de Nueva York, las mujeres se encuentran expuestas en primera fila a la violencia digital. Puede ocurrir en entornos rurales o urbanos y de modo transversal entre mujeres en todos los estratos de ingresos. Puede tomar varias formas, desde amenazas anónimas hasta abuso y control por parte de la pareja.

Por ejemplo, a menudo, las mujeres que habitan hogares de bajos recursos o en entornos rurales comparten dispositivos o dependen de otras personas para acceder a teléfonos, computadoras o internet. En estos entornos, los perpetradores pueden limitar o controlar el acceso a dispositivos o fuentes de energía, y se aprovechan de la falta de dominio de la vida digital para infligir violencia económica y digital. 

Los blancos son familiares: mujeres jóvenes, políticas, periodistas, defensoras de derechos humanos y activistas a menudo señaladas con insultos sexistas, racistas u homofóbicos. Para las mujeres migrantes y racializadas, aquellas con discapacidades y las personas LGBTIQ+, el abuso puede ser aún más extremo porque combina misoginia con otras formas de odio y exclusión.

Y la situación está empeorando. La investigación de ONU Mujeres muestra que, con la tecnología facilitada por la IA, estos abusos escalan rápidamente en alcance y sofisticación. Las consecuencias son graves y atraviesan la pantalla: 

  • En las Filipinas, un análisis reveló que el 83 por ciento de las supervivientes experimentaron daño emocional, el 63 por ciento agresión sexual y el 45 por ciento daño físico vinculado directamente con el abuso en línea.
  • En Pakistán, el acoso en línea se ha relacionado con el femicidio, el suicidio, la violencia física, la pérdida de empleo y el silenciamiento de mujeres y niñas en espacios en línea.
  • En los Estados árabes, el 60 por ciento de las mujeres usuarias de internet denunciaron haber estado expuestas a violencia en línea. 
  • En África, el 46 por ciento de las mujeres parlamentarias dijeron que habían recibido ataques en línea. 
  • En América Latina y el Caribe, el 80 por ciento de las mujeres en la vida pública informaron que habían restringido sus actividades en línea por miedo al abuso. 

El patrón es claro: el abuso digital tiene consecuencias en el mundo real. Está cada vez más vinculado al extremismo violento, silencia las voces de las mujeres en la política y los medios, y puede incluso llevar a femicidios cuando la tecnología se convierte en un arma para el acecho o la coerción.

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A woman is silenced by digital abuse. In the photo a woman's mouth is covered by hateful emojis. Photo: UN Women.
Stock photo posed by model.

Cómo detectar los signos y protegerte del abuso digital

Ahora que sabes en qué consiste el abuso digital, el siguiente paso es aprender a detectar las señales de alerta en tus propias cuentas y en tus dispositivos. 

Si empieza como algo menor, ¿es realmente abuso? 

Sí, el abuso digital a menudo comienza con “cosas pequeñas”: una pareja te pide tu contraseña o te exige que le compartas imágenes que te hacen sentir incómoda, te monitorea constantemente, o bien una persona que conoces te envía mensajes inapropiados o recibes comentarios anónimos que te hacen sentir incómoda o asustada. 

¿Qué debería activar las alarmas? 
  • Amenazas de compartir fotos privadas si no cumples con determinadas demandas. 
  • Comportamiento controlador sobre las conversaciones y contactos que puedas tener, por ejemplo, en tu teléfono.
  • Comentarios o mensajes directos acosadores y abusivos que siguen llegando incluso después de que bloqueas a alguien. 
  • Imágenes falsas o manipuladas de ti que aparecen repentinamente en línea. 
  • Suplantación, exclusión o campañas de difamación en grupos en línea. 
¿Por qué te hace sentir tan aislada? 

El abuso prospera en el silencio y la anonimidad de los perpetradores. Puede hacerte dudar de ti misma, pero reconocer los primeros signos del patrón es una de las formas más efectivas de detenerlo. 

He notado las señales, ¿cómo sigo? 

Hay pasos prácticos que puedes tomar de inmediato: 

  • Bloquea y denuncia. Si están disponibles, usa las herramientas de la plataforma para romper el contacto y presentar una denuncia. No es una coincidencia que una de las preguntas más frecuentes en línea sea, “cómo reportar acoso en Instagram”: millones de mujeres buscan las mismas respuestas. 
  • Detén la propagación. Usa las herramientas disponibles para eliminar imágenes y videos privados compartidos sin consentimiento, como Take it down y Stop non-consensual image-abuse. 
  • Guarda la evidencia. Capturas de pantalla, enlaces, marcas de tiempo: mantén un registro. Si decides hacer una denuncia, esta información es vital. 
  • Habla con alguien en quien confíes. No cargues con todo sola. Comparte lo que está sucediendo con una amistad, familiar u organización de confianza. 
  • Asegura tus cuentas. Habilita la autenticación de dos factores, revisa la configuración de privacidad y verifica que tus dispositivos no tengan un software espía o aplicaciones de seguimiento. 
  • Busca ayuda. Muchos países ahora tienen líneas de ayuda, ONG o unidades policiales capacitadas para dar respuesta a la violencia digital. Consulta los recursos en la sección de abajo.
¿Qué pasa si veo que se está abusando de otra persona? 

Si ves una situación de abuso, no te quedes en silencio. Según las investigaciones, cuando los testigos hablan o reportan comportamientos nocivos, desincentivan más ataques y ayudan a las plataformas a detectar el abuso más rápido. Pequeñas acciones —una denuncia, un comentario de apoyo, o compartir un recurso— pueden hacer una gran diferencia. 

¿Puedo hacer que mi canal sea más seguro? 

Sí. La mayoría de las plataformas tienen funciones de seguridad que te permiten filtrar comentarios, bloquear cuentas abusivas y limitar quién puede etiquetarte. Usa esos recursos. Están diseñados para devolverte algo de control. 

¿Y si me culpo a mí misma? 

No lo hagas. El abuso nunca es tu culpa. La responsabilidad siempre recae en el perpetrador, no en la superviviente.

Construyamos espacios digitales más seguros

Las leyes se están adaptando a esta nueva realidad. En México, la Ley Olimpia reconoce y castiga la violencia digital. En los Estados Unidos, la ley Take it Down exige la eliminación de imágenes íntimas sin consentimiento. En el Reino Unido, la ley de seguridad en línea obliga a las plataformas a proteger a quienes las utilizan del daño en línea.

Tus derechos varían según dónde vivas, pero el conocimiento es poder. El recurso jurídico, aunque sea desigual, puede ser una herramienta fundamental para las supervivientes, y el activismo sigue fortaleciendo las protecciones en todo el mundo.

No obstante, las leyes por sí solas no son suficientes. Los perpetradores deben rendir cuentas, las plataformas deben diseñar la seguridad de modo predeterminado, y las mujeres y niñas en todas partes necesitan un mayor conocimiento digital y resiliencia para reconocer y denunciar el abuso.

¿Qué puedes hacer tú?

  • Denúncialo. Si ves que está ocurriendo un abuso, no lo ignores. Apoya a quien lo está padeciendo. 
  • Comparte recursos. Dirige a tus amistades a líneas de ayuda para supervivientes, orientación jurídica y este artículo. 
  • Responde el cuestionario. Pon a prueba tu capacidad para detectar las señales de abuso y compártelo para ayudar a otras personas a mantenerse seguras.

¿Necesitas ayuda?

Si tú o alguien que conoces experimenta acoso en línea o abuso digital, hay ayuda disponible. Estas organizaciones y estos directorios pueden conectarte con servicios de apoyo regionales y globales de confianza: 

Nota: ONU Mujeres no se hace responsable de la información proporcionada por fuentes externas.

Si te sientes insegura o en peligro inmediato, contacta a los servicios de emergencia locales o a la policía en tu país.

Reclamemos nuestro mundo digital

Los espacios en línea deben ser seguros para todas las mujeres y niñas. La misma tecnología que puede amplificar las voces de las mujeres también puede usarse como un arma en su contra. Al mantenernos informadas, denunciar el abuso y unirnos, podemos recuperar el mundo digital y convertirlo en un espacio seguro donde primen la igualdad, la seguridad y el respeto.

16 días de activismo: #NoHayExcusa para el abuso en línea

Los espacios en línea y digitales deberían empoderar a las mujeres y niñas. Sin embargo, todos los días, para millones de mujeres y niñas, el mundo digital se ha convertido en un campo minado de acoso, abuso y control. 

Del 25 de noviembre al 10 de diciembre, ÚNETE a la campaña para obtener más información y tomar medidas para detener el abuso digital contra las mujeres y niñas.

Súmate a la campaña