Preguntas frecuentes: Tipos de violencia contra las mujeres y las niñas

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La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos en el mundo. Se producen muchos casos cada día en todos los rincones del planeta. Este tipo de violencia tiene graves consecuencias físicas, económicas y psicológicas sobre las mujeres y las niñas, tanto a corto como a largo plazo, al impedirles participar plenamente y en pie de igualdad en la sociedad.

La magnitud de este impacto, tanto en la vida de las personas y familias como de la sociedad en su conjunto, es inmensa. Las condiciones que ha creado la pandemia –confinamientos, restricciones a la movilidad, mayor aislamiento, estrés e incertidumbre económica– han provocado un incremento alarmante de la violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado y han expuesto todavía más a las mujeres y las niñas a otras formas de violencia, desde el matrimonio infantil hasta el acoso sexual en línea.

En esta sección de preguntas frecuentes se ofrece una descripción general de los numerosos tipos de violencia (y de otros términos de uso común) que cualquier activista que trabaje en el campo de la igualdad de género debe manejar con soltura.

Violencia de género

La violencia de género se define como la violencia dirigida contra una mujer por el hecho de ser mujer o que afecta a las mujeres de manera desproporcionada. Incluye actos que infligen daño o sufrimiento físico, mental o sexual, amenazas de tales actos, coacción y otras privaciones de libertad.

La discriminación contra la mujer y la desigualdad en la distribución del poder y los recursos entre hombres y mujeres son causas fundamentales de la violencia contra la mujer.

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Cada 10 minutos muere una mujer

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Tipos de violencia contra las mujeres

Violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado

Este tipo de violencia, también llamada maltrato en el hogar o violencia de pareja, es cualquier patrón de comportamiento que se utilice para adquirir o mantener el poder y el control sobre una pareja íntima. Abarca cualquier acto físico, sexual, emocional, económico y psicológico (incluidas las amenazas de tales actos) que influya en otra persona. Esta es una de las formas más comunes de violencia que sufren las mujeres a escala mundial.

La violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado puede incluir:

  • Violencia económica: Consiste en lograr o intentar conseguir la dependencia financiera de otra persona, manteniendo para ello un control total sobre sus recursos financieros, impidiéndole acceder a ellos y prohibiéndole trabajar o asistir a la escuela.

  • Violencia psicológica: Consiste en provocar miedo a través de la intimidación; en amenazar con causar daño físico a una persona, su pareja o sus hijas o hijos, o con destruir sus mascotas y bienes; en someter a una persona a maltrato psicológico o en forzarla a aislarse de sus amistades, de su familia, de la escuela o del trabajo.
  • Violencia emocional: Consiste, por ejemplo, en minar la autoestima de una persona a través de críticas constantes, en infravalorar sus capacidades, insultarla o someterla a otros tipos de abuso verbal; en dañar la relación de una pareja con sus hijas o hijos; o en no permitir a la pareja ver a su familia ni a sus amistades.
  • Violencia física: Consiste en causar o intentar causar daño a una pareja golpeándola, propinándole patadas, quemándola, agarrándola, pellizcándola, empujándola, dándole bofetadas, tirándole del cabello, mordiéndole, denegándole atención médica u obligándola a consumir alcohol o drogas, así como empleando cualquier otro tipo de fuerza física contra ella. Puede incluir daños a la propiedad.
  • Violencia sexual: Conlleva obligar a una pareja a participar en un acto sexual sin su consentimiento. Véase infra para obtener más información sobre la violencia sexual.

Aprende más: ¿Cuáles son los indicios de maltrato en una relación?


 

Violencia sexual

Se entiende por violencia sexual cualquier acto de naturaleza sexual cometido contra la voluntad de otra persona, ya sea que esta no haya otorgado su consentimiento o que no lo pueda otorgar por ser menor de edad, sufrir una discapacidad mental o encontrarse gravemente intoxicada o inconsciente por efecto del alcohol o las drogas.

La violencia sexual puede incluir:

  • Acoso sexual: El acoso sexual abarca el contacto físico no consensuado, por ejemplo, cuando una persona agarra, pellizca, propina bofetadas o realiza tocamientos de índole sexual a otra persona. Incluye también otros tipos de violencia no física, como abucheos, comentarios sexuales sobre el cuerpo o el aspecto de una persona, la solicitud de favores sexuales, miradas sexualmente sugerentes, acecho o exhibición de órganos sexuales.
  • Violación: La violación es cualquier penetración vaginal, anal u oral no consentida por parte de otra persona utilizando cualquier parte del cuerpo o un objeto. Puede ser una persona conocida o no por la sobreiviente, ocurrir dentro del matrimonio y de una relación de pareja, así como durante un conflicto armado.
  • Violación correctiva: Forma de violación perpetrada contra una persona por su orientación sexual o su identidad de género. Su finalidad es obligar a la víctima a comportarse de manera heterosexual o acorde con una determinada visión normativa de la identidad de género.
  • Explotación sexual: Abuso de una situación de vulnerabilidad, poder o confianza, o uso de la fuerza o amenazas, con el fin de obtener beneficios económicos, físicos, sociales o políticos de la prostitución o los actos sexuales de una persona. La explotación sexual es la forma más común de trata de personas.
  • Violencia sexual en los conflictos: Actos de violencia contra las mujeres que vulneran sus derechos humanos en contextos de conflicto armado. Incluyen prácticas como la violación sistemática, esclavitud sexual, embarazos forzados, esterilización obligada, uso coercitivo de anticonceptivos, infanticidio femenino y selección prenatal del sexo.
  • Cultura de la violación: La cultura de la violación es el entorno social que permite normalizar y justificar la violencia sexual. Tiene su origen en el patriarcado y se alimenta de unas desigualdades y sesgos persistentes en lo que concierne al género y la sexualidad.

Aprende más: Dieciséis maneras de enfrentarte a la cultura de la violación

 

Feminicidio

El feminicidio se refiere al asesinato intencionado de una mujer por el hecho de serlo, si bien se puede definir de un modo más amplio como cualquier asesinato de mujeres o niñas. Existen diferencias específicas entre el feminicidio y el asesinato de hombres. En la mayoría de los casos, por ejemplo, quienes cometen los feminicidios son parejas o ex parejas de la víctima, y suponen la culminación de un proceso de abusos, amenazas o intimidación constantes en el hogar, violencia sexual o situaciones en las que las mujeres se encuentran en una situación de inferioridad con respecto a su pareja en términos de poder o disponibilidad de recursos.

 

Trata de personas

La trata de seres humanos es un delito global que comercia con personas y las somete a explotación con fines de lucro. Los traficantes ejercen control sobre sus víctimas mediante abuso físico y sexual, chantaje, manipulación emocional y confiscación de documentos oficiales. La explotación puede ocurrir en el país de origen de la víctima, durante la migración o en un país extranjero.

La trata de personas adopta muchas formas. Aunque hombres, mujeres y niños de todas las edades y procedencias pueden ser víctimas, las mujeres son las principales afectadas, y las niñas suelen ser explotadas con fines de explotación sexual

 

Prácticas nocivas

Las prácticas nocivas constituyen una violación de los derechos humanos y ponen en grave riesgo la salud y los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y adolescentes. Entre estas prácticas se incluyen la mutilación genital femenina (MGF), el matrimonio infantil y forzado, las pruebas de virginidad, y otras prácticas similares. También abarcan restricciones dietéticas extremas, incluso durante el embarazo (como la alimentación forzada y los tabúes alimentarios), ataduras, cicatrices, marcas tribales, castigos corporales, lapidaciones, ritos de iniciación violentos, prácticas de viudedad, acusaciones de brujería, ataques rituales, preferencia por los hijos varones, rechazo de las hijas y selección de sexo sesgada por género. Además, incluyen crímenes de honor, violencia relacionada con la dote, restricciones durante la menstruación, infanticidio, incesto y modificaciones corporales con el fin de embellecer o casar a niñas y mujeres.

  • La mutilación genital femenina (MGF) incluye procedimientos destinados a alterar de manera intencionada o causar daños en los órganos genitales femeninos por razones no médicas. La MGF se practica principalmente en niñas desde la infancia hasta los 15 años. No aporta ningún beneficio para la salud y puede causar complicaciones graves a largo plazo, e incluso la muerte. Entre los riesgos inmediatos se encuentran la hemorragia, el shock, infecciones, transmisión del VIH, retención urinaria y un dolor intenso. Las repercusiones psicológicas incluyen desde la pérdida de confianza en los cuidadores hasta sentimientos de ansiedad y depresión prolongados. En la adultez, las mujeres sometidas a MGF enfrentan un mayor riesgo de infertilidad y complicaciones en el parto, como hemorragias posparto, mortinatos y muerte neonatal prematura. La MGF es una norma social, a menudo considerada como un paso necesario para preparar a las niñas para la madurez y el matrimonio. Por lo general se debe a creencias asociadas al género y a su relación con una “expresión sexual adecuada”. Se clasificó por primera vez como violencia en 1997 a través de una declaración conjunta de la OMS, el UNICEF y el UNFPA.
  • Matrimonio infantil: Cualquier matrimonio en el que uno o ambos cónyuges sean menores de 18 años. Constituye una violación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que establece que “[sólo] mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio”. Las niñas tienen una probabilidad mayor que los niños de casarse siendo menores de edad y, por tanto, de abandonar la escuela y experimentar otras formas de violencia.

 

Violencia en línea o digital

La violencia en línea o digital contra las mujeres es cualquier acto dañino cometido, facilitado, agravado o amplificado mediante herramientas digitales o tecnologías de la información y comunicación. Estos actos pueden causar o tener el potencial de causar daños físicos, sexuales, psicológicos, sociales, políticos o económicos, y también vulneran derechos y libertades. Esta violencia puede manifestarse en espacios en línea o fuera de línea mediante el uso de tecnologías, como el control del paradero de una mujer mediante un rastreador GPS.

La violencia de género facilitada por la tecnología no solo intensifica las formas y patrones existentes de violencia contra las mujeres, como la violencia de pareja, sino que también introduce nuevas formas, como el acoso en línea y el abuso de imágenes mediante inteligencia artificial, como en los videos deepfake.

Aunque todas las mujeres y niñas que están en línea o utilizan herramientas digitales pueden ser víctimas de violencia digital, algunos grupos corren mayor riesgo. Entre ellos se encuentran las mujeres visibles en línea, como figuras públicas, periodistas, defensoras de derechos humanos, políticas, jóvenes y activistas feministas.

La violencia en línea puede incluir:

  • Ciberacoso: Consiste en el envío de mensajes intimidatorios o amenazantes.
  • Sexteo o sexting: Envío de mensajes o fotos de contenido explícito sin contar con la autorización de la persona destinataria.
  • Doxing: Publicación de información privada o identificativa sobre la víctima.